lunes, 5 de octubre de 2015

SORTILEGIOS

Y las damas vestidas de rojo para midolor y con midolor insumidas
en soplo, agazapadas como fetos de escorpiones en el lado más interno
de minuca, las madres de rojo quemeaspiran el único calor que me
doy con micorazón que apenas pudo nunca latir, a mique siempre
tuve que aprender sola cómo se hace para beber y comer y respirar y a
míque nadie meenseñó a llorar y nadie meenseñará ni siquiera las
grandes damas adheridas a la entretela de mirespiración con babas
rojizas y velos flotantes de sangre, misangre, la mía sola, la que yo
meprocuré y ahora vienen a beber demíluego de haber matado al rey
que flota en el río y mueve los ojos y sonríe pero está muerto y cuando
alguien está muerto, muerto está pormás que sonría y las grandes, las
trágicas damas de rojo han matado al que se va río abajo y yo me
quedo comorehén en perpetua posesión. 


 Judith Vergara García

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